jueves, 16 de julio de 2015

El Principito



Antoine de Saint-Exupéry se decidió a escribir en abril del año 1943 el libro El Principito.

Antoine Marie Jean-Baptiste Roger de Saint-Exupéry nació en Lyon el 29 de junio de 1900, falleció el 31 de julio de 1944. Fue un gran escritor y aviador francés. 
Su muerte fue un tanto controvertida. Mientras se creía que falleció en un accidente aéreo, años más tarde se reconoció que el avión donde viajaba fue derribado de manera voluntaria, hecho que nunca llegó a probarse. 


El Principito

Un día cualquiera, en un lugar cualquiera del desierto, un piloto sufre un accidente de avión. Se encuentra intentando arreglar su avería cuando conoce un pequeño hombrecillo que se hace llamar el Principito. Será su amistad, su pensamiento y las historias que este narra lo que rellene este gran libro.


Ilustrado por imágenes pintadas con acuarela realizadas por el mismo autor del libro, hace que el breve relato sea fácil de leer y muy entretenido para todas las edades. 

A lo largo de la historia ha sido uno de los libros más leídos, traducido a más de doscientos idiomas y dialectos. Siendo considerado uno de los mejores libros del siglo XX, sobre todo en Francia, país de lanzamiento y tierra nativa del autor. 

Un libro que parece auto-bibliográfico, pero sobre todo filosófico donde los haya nos muestra la realidad de la vida y la visión del mundo desde el punto más crítico. Todo suavizado con grandes metáforas que nos hacen plantearnos los problemas que verdaderamente nos preocupan, y si son estos lo que de verdad deberían preocuparnos.

- El Principito: protagonista de libro alrededor del cual gira todo. Dice provenir de un mundo o estrella muy pequeña que podría identificarse con su propia vida, conociendo así otros mundos que serían la vida de los demás. Se demuestra en él una gran necesidad de vivir y aprender.
- El aviador: coprotagonista de la historia que vive todo lo que el Principito le hace reflexionar con sus historias. 
- El cordero: ese dibujo que nos hace pensar en el amigo que todo el mundo necesita tener, pero que a su vez nos puede hacer daño.
- La caja: esa necesidad de imaginación que se pierde al llegar la vida adulta y que los niños tantos disfrutan. 
- La Rosa: el amor, la pasión, la necesidad de proteger y ayudar a los demás. Por qué no pensar en esa mujer que ama sea como sea, a pesar de sus defectos, la ama.
- Los baobabs: los problemas de la vida diaria debemos solucionarlos en el momento en el que se producen, no los dejemos crecer. 
- Los volcanes: tareas y costumbres que debemos seguir día a día nos guste o no para seguir creciendo. 
- El globo: esa protección que se le pone a la rosa para que nunca se sienta desprotegida, esa protección que necesitamos tener y damos a los demás. 
- El zorro: ese animal astuto que hace ver la realidad de la vida y que da el punto clave de la historia. 


Solo puedo decirlo una vez... ME ENCANTO. Qué gran libro, qué grandes metáforas. Qué grandes lecciones da en la vida.

Como siempre, qué es lo que más me gusto: la manera del autor de narrarte lo importante de la vida en un cuento tan breve, tan entretenido y a la vez divertido. Esa manera de replantearte la vida y ver las cosas de otra manera. 

Qué es lo que menos me gusto: muy difícil decidir algo, puesto que hay poco que decir. Tal vez en la descripción de los personajes que abundan en este mundo se me ocurren varios personajes más que podrían dar lecciones. Hoy en día, todos identificamos esos personajes con alguien pero podemos sumarle algún personaje más para identificar a los que nos queda.


Un gran libro que recomiendo para TODOS los públicos, para todas las personas y que creo que TODO el mundo debe leer mínimo una vez en la vida. Y si se les olvida lo que es la vida o lo que vale la pena, vuelvan a leerlo. 

Sobre todo, lean.



Nota: 9

A Leon Werth

Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo una seria excusa: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona mayor es capaz de entenderlo todo, hasta los libros para niños. Tengo una tercera excusa: esta persona mayor vive en Francia, donde pasa hambre y frío. Verdaderamente necesita consuelo. Si todas esas excusas no bastasen, bien puedo dedicar este libro al niño que una vez fue esta persona mayor. Todos los mayores han sido primero niños. (Pero pocos lo recuerdan). Corrijo, pues, mi dedicatoria:
A LEON WERTH
CUANDO ERA NIÑO