viernes, 22 de febrero de 2013

Trece Rosas Rojas




   Trece rosas rojas, la historia más conmovedora de la guerra civil, es una novela histórica de 2004 por el periodista y escritor Carlos Fonseca.

   Carlos López Fonseca (Madrid, 1959) es periodista y escritor.  Trabajó en la revista Tiempo durante dieciocho años, de la que fue jefe de Actualidad hasta mayo de 2009. En diciembre de 2005 recibió el premio a Periodista del Año, otorgado por la Asociación de Revistas de información (ARI). Desde 2009, trabaja en la redacción del diario digital El Confidencial.
   Otros libros pertenecientes a este mismo autor son Garrote vil para dos inocentes. El caso Delgado-Granados (1998); Rosario Dinamitera. Una mujer en el frente (2006) y su última obra “Tiempo de memoria” (2009). Todas ellas sacadas a la luz por la editorial Temas de Hoy (Planeta).


Trece rosas rojas

   Trece jóvenes mujeres, entre las cuales se encontraban siete menores de edad, fueron fusiladas la noche del 5 de agosto de 1939 por una idea, como ellas repetían una y otra vez: eran “rojas”. Pero no fueron las únicas fusiladas bajo el régimen franquista, pues muchos ciudadanos españoles también perdieron la vida por defender sus ideas frente al régimen victorioso. 

-         Carmen Barrero Aguado (20 años, modista). Trabajaba para mantener a sus ocho hermanos, cuatro menores que ella, debido a la muerte temprana de su padre. Militante del PCE, tras la guerra, fue la responsable femenina de dicho partido en la capital. Por lo que fue detenida el 16 de mayo de 1939.

-         Martina Barroso García (24 años, modista). De ella se conservan las cartas que escrbió desde prisión. Fue detenida debido a su participación en la JSU recogiendo armas abandonadas en Ciudad Universitaria, acto totalmente prohibido.

-         Blanca Brisac Vázquez (29 años, pianista). La mayor de las trece rosas. Aún se conserva la carta que escribió a su hijo minutos antes de morir como despedida. No militaba en el partido comunista pero fue detenida por relacionarse con un músico perteneciente al mismo. Su ideología se acercaba más a la derecha, al igual que sus familiares.

-         Pilar Bueno Ibáñez (27 años, modista). Fue detenida el 16 de mayo de 1939 al encargarse de la reorganización de PCE tras la guerra. Durante la misma trabajó cuidado a los huérfanos e hijos de los milicianos que acudían al frente.

-         Julia Conesa Conesa (19 años, modista). Fue detenida en mayo de 1939 siendo denunciada por un compañero de su "novio". La detuvieron cosiendo en su casa, pues ella ya no tenía relación con la JSU una vez terminada la guerra. Entes de la misma solo se apuntó a las actividades deportivas de la organización, y durante la misma trabajó en el tranvía para conseguir dinero para sobrevivir debido a la necesidad.

-         Adelina García Casillas (19 años, activista). Se presentó en la comisaría de manera voluntaria en respuesta a una carta que la solicitaba para un interrogatorio, ingresando en prisión el 18 de mayo de 1939.

-         Elena Gil Olaya (20 años, activista). Ingresó en las JSU en 1937. Al acabar la guerra comenzó a trabajar en el grupo de Chamartín, una de las nuevas organizaciones del partido.

-         Virtudes González García (18 años, modista). Amiga de María del Carmen Cuesta (15 años, perteneciente a las JSU y superviviente de la prisión de Ventas). Fue delatada por un compañero de la organización sometido a graves torturas, y por ello detenida.

-         Ana López Gallego (21 años, modista). Tuvo oportunidad de escapar, pues su novio le propuso huir con él a Francia. Sin embargo, ella se quedó para ocuparse de sus hermanos menores. Fue militante de las JSU y quedó detenida el 16 de mayo, pero no ingresaría en prisión hasta el 6 de Junio. En el libro queda reflejada la leyenda de que en el fusilamiento no murió en el primer tiroteo y preguntó "¿Es que a mí no me matan?".

-         Joaquina López Laffite (23 años, secretaria). Fue delatada por Severino Rodríguez, un dirigente de la JSU sometido a grandes  torturas. La detuvieron el 18 de abril de 1939, acusada de apoyar el partido comunista, pero jamás supieron el papel tan importante que después de la guerra ocupó en la nueva organización. Ingresó en ventas el 3 de junio.

-         Dionisia Manzanero Salas (20 años, modista). Ingresó en la JSU tras el asesinato de su hermana debido a un misil de guerra. Fue detenida el 16 de mayo de 1939, por ser enlace del partido tras la guerra.

-         Victoria Muñoz García (18 años, activista). Se afilió a los  años, hermana del responsable militar de uno de los sectores de la nueva organización. Ingresó en la prisión de Ventas el 6 de junio.

-         Luisa Rodríguez de la Fuente (18 años, sastre). Fue detenida antes de poder ejercer su cometido: crear un nuevo grupo tras la guerra para la reciente reorganización de la JSU. En su detención reconoció su militancia durante la guerra, pero no reconoció su cargo actual en el partido.

   * Viendo las edades de estas trece jóvenes podemos pensar que no había menores, pero en aquella época la mayoría de edad se alcanzaba con 21 años. 

   La muerte injusta de estas pequeñas mujeres supuso un golpe fuerte no solo para sus familiares, sino también para las presas que veían que ser mujer y menor ya no les iba a salvar de la muerte.

Placa conmemorativa a las Trece Rosas en el muro del cementerio de la Almudena de Madrid.



   Angustia, sangre, desesperación, vidas, muertes, huidas, luchas… este libro narra cómo se vivió la guerra civil en España, sobre todo desde el punto de vista de estas trece jóvenes.
   Es una novela totalmente desgarradora, pero muy buena en cuanto a la realidad de los hechos. Para todas aquellas personas que quieran conocer cada uno de los detalles sucedidos en la guerra civil, esta es su novela. 

   El autor, muy fiel a los hechos, va contando el día a día de cómo se vivió la situación desde ambos puntos de vista, pero sobre todo desde el punto de vista de los “rojos”. Siempre de una manera imparcial, referenciando en cada momento todos los datos obtenidos por parte de los juzgados, los conocidos, familiares y/o amigos de las víctimas.
   Por ello, es un buen libro para conocer como sucedió la historia pues las referencias y los apuntes que el autor hace en cada página te hacen ver que no solo es una novela de entretenimiento, sino que es una novela histórica, eso es. 

   Carlos Fonseca se centró en la historia de estas trece jóvenes, creando un testimonio de investigación que pone los pelos de punta.
   La historia del fusilamiento de las jóvenes, siempre había corrido de boca en boca, despertando sentimientos contradictorios en todo aquel que la escuchaba. Esto supuso un incentivo más para que Carlos Fonseca se inspirara en escribir este libro.

   Desde mi punto de vista, lo que más llama la atención del libro son las cartas que las presas escriben a sus seres queridos.  Cada palabra que las jóvenes escriben, demuestra aún más la valentía ante el mal que se les avecinaba…
  Con lo jóvenes que eran, la poca edad que tenían, muestran lo files que eran a sus ideales, lo maduras que son debido a la vida que han llevado, nada fácil. En un época en la que pagaban justos por pecadores. ¿Fueron justos estos asesinatos, solo por unas ideas? Yo creo que no. No eran asesinas, no eran ladronas… eran jóvenes que defendían en lo que creían a pesar de la adversidad, ¿era necesario pagarlo con la muerte?

   Este libro tuvo tanto existo que en 2006, Emilio Martínez Lázaro comenzó el rodaje de una película protagonizada por Pilar López de Ayala, Verónica Sánchez y Nadia de Santiago. Película llamada Trece Rosas, estrenada el 19 de octubre de 2007. Fue preseleccionada por la Academia del Cine española como posible candidata a los premios Oscar de Hollywood, sin conseguir ser finalmente la elegida para representar a España.

    No soy de leer libros históricos, pero he de reconocer que este me ha hecho replantearme las cosas. Es un buen libro, de eso no hay duda.

"Que mi nombre no se borre en la historia"

Nota: 7.5




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